sábado, 7 de agosto de 2010

¿Te has quedado con mi cara?


En mis años de chinorri, me dio por ser skater y la verdad que no se me daba mal, tenía bastante equilibrio en la tabla hacia algunos truquillos pero pocos, no era un experto claro que no pero me divertía e iba aprendiendo mas cosillas. Me compraba revistas, visitaba tiendas especializadas veía videos en youtube... espera en ese tiempo no había youtube... ¡vamos ni internet! Los videos que veía eran en VHS los traían algunas revistas y en alguna tienda también los había. Yo era un niño muy precavido, llevaba una riñonera con un botiquín mas completo que muchas oras de las que he trabajado de mayor, agua oxigenada, alcohol, tiritas varias, gasas, tijeras, mercromina, algodón, vendas, esparadrapo, una goma para hacer torniquetes, agujas, hilo, bisturís, desfibrilador ... vamos tenía hasta para hacer operaciones a corazón abierto en mitad de la calle. Una vez fui a ver a mi amigo Macías que por aquel entonces vivía en una calle la cual nosotros la llamábamos la calle lisa, por su pavimento que parecía las canchas de futbito que tienen el suelo muy fino, una calle para el que le gustara los monopatines o el patín o patines disfrutara durante unos segundos, la calle tenía un poco de desnivel, bueno tenía y tiene no era como para cuando que te tirabas desde arriba tuvieras que regresar a la cumbre andando bajado del monopatín pero siempre es mas fácil bajar que subir, hasta en la misma vida. Pues haya que iba yo con mi riñonera de primeros auxilios y mi monopatín tuneado a mi gusto, mi tabla Visón Batman, ejes Powell Peralta, ruedas Santa Cruz, y rodamientos SNK. Allí que me encontraba en extremo de la calle, la casa de mi amigo al otro... puse mi monopatín en el suelo mi pie izquierdo en la tabla y me impulse con el derecho, llevaba poco impulso y quería mas así que seguí con mi pie derecho dando más impulso, cuando ya me encontraba a la velocidad optima y a mitad de la calle fui a dar un último impulso para que llegara a la puerta de la casa de mi amigo Macías ya sin problemas pero con la mala fortuna de que calcule mal y en vez de poner el pie separado de la tabla, di el impulso con el pie más cerrado de lo que debería con lo cual la rueda delantera derecha toco con el lateral de mi pie derecho y acto seguido la tabla se paro, el que entienda de física sabrá que si un cuerpo encima de otro que está en movimiento y este se para el que está arriba continua la misma trayectoria hasta que la fuerza centrifuga va aminorando y si a esto le añadimos la gravedad pues también te va acercando al suelo con velocidad... ¡vamos que di con los morros en el suelo! No me partí ninguna pieza dental y pensé que empezaría a sangrar por la nariz como un cochinillo degollado pero no fue nada solo el golpe el aturdimiento y un par de rasguños, cogí mi súper botiquín y me di una cura rápida, eche un poco de agua oxigenada en una gasa y me restregué, después de pasar unos minutos sentado en un banco de al lado me dirigí a casa de mi amigo Macías, esta vez con el monopatín bajo el brazo. Toque en la puerta y me abrió el mismo, ya una vez dentro el padre salió del servicio a la vez que yo estaba sentándome para esperar a mi amigo y después contarle lo que me había pasado antes de llegar pero en ese momento me miro su padre y me dijo. -¿tú también con los patinetes esos? Ahora mismo cuando venia se ha pegado uno un porrazo de boca contra el suelo ahí mismo en la calle- …no me digas pensé, solo asentí y volví a mirar hacia delante, vamos conocía yo al chaval ese como si fuera yo mismo, el tío no se había ni dado cuenta de que era yo al que había visto el dar con el hocico en el suelo... siempre he sabido que no le caí bien al padre de mi amigo, el que se quedo con mi cara fue el suelo.

2 comentarios:

  1. Esta historia es falsa!!!! Era el pie izquierdo el q choco con la rueda!!!jejeje

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  2. parece que tienes que mirarte eso de la dislexia... soy diestro... y siniestro!!! jajaja

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