Te vi tres veces, que fueron cuatro. ( 2 )

Me encontraba en la puerta del centro comercial a la hora concretada con esos nervios tontos que serian debidos a la curiosidad de verla, ya había pasado un minuto de la hora, las mujeres siempre haciendo esperar …pero en ese caso fue poco, no llego al segundo minuto cuando sonó mi móvil, yo estaba mirando desde la puerta hacia el parking exterior del centro comercial por si la veía aparcar fuera, descolgué el móvil y le dije:

-¡hola! ¿Dónde estás?

-¡hola! Pues estoy en el centro comercial.

-estoy en la puerta no te veo llegar.

-he entrado por el parking interior y estoy dentro, ya te veo por detrás.

La tenia detrás… me di la vuelta… y por un instante solo la veía a ella… en un fondo blanco, como si de repente hubiera entrado en el cielo y solo la veía a ella entre las nubes, se paró el viento y con él, el tiempo, fueron unas decimas de segundo maravillosas hasta que volvió la realidad cuando regrese de las nubes pude pronunciar palabra. Después del saludo y sus respectivos besos fuimos a una cafetería del mismo centro comercial, estaba equivocado, no era rellenita como pensaba tenía una figura que ya quisiera para ella la mismísima diosa Afrodita, su cámara tenía que tenerle envidia ya que no reflejaba la totalidad de su armónica belleza, parecía que cada uno de sus rasgos habían sido elaborados a su media para entre todos formara un conjunto perfecto. Estuvimos charlando un rato, le dije y le volví a repetir en varias ocasiones que era muchísimo más guapa al natural que por la cámara, ella me devolvió el cumplido la primera vez las demás veces sonreía se ruborizaba y agradecía el cumplido, después de tomarnos el café paseamos un poco por el centro comercial hablando y contándonos cosas, anécdotas graciosas, algún que otro chiste y de todo un poco. Llego el amargo momento de la despedida, bueno no fue tan amargo por que los dos besos de despedida me supieron más dulce que el azúcar.

-bueno, pues me tengo que ir ya. –me dijo-

-pues nada, ha sido un placer conocerte Sandra, dame un toque cuando llegues a casa para saber que has llegado sin problemas.

-vale, encantada de conocerte, hasta otra.

La acompañe hasta el coche la entrada del parking nos volvimos a despedir y me fui para mi coche con una sonrisa, había sido una cita muy agradable y especial, al poco recibí un mensaje de ella confirmando que había llegado y diciendo que se lo había pasado muy bien y que haber cuando quedábamos de nuevo, valla encima era ella la que me decía de volver a quedar, le conteste inmediatamente diciendo que el sentimiento era mutuo y que solo tenía que desear cuando quería quedar.

Al día siguiente me encontraba a la hora “H” frente al P.C. esperando a ver si se conectaba para hablar con ella, pero ese día no se conecto… estuve a punto de mandarle un mensaje o de llamarla pero no lo hice para no parecer un pesado, aunque me moría de ganas por hacerlo y saber de ella. Al día siguiente estaba en el P.C. y la verdad que pensaba que estaría varios días sin saber de ella pero a la hora “H” apareció, yo tenía el estado de ocupado en el messenger y espere un poco para hablarle pero antes ella me escribió.

-hola ¿estás por ahí?

-¡hola guapa! Si estoy viendo unos mails ¿Qué tal?

-bien acabo de llegar de trabajar estoy un poco cansada pero bien.

-yo también he tenido un día un poco duro.

-ayer no me pude conectar por que llegue tarde y estaba cansada me acosté muy pronto.

-ya decía yo que echaba ayer algo en falta… jajaja

Me dejo sorprendido que me diera explicaciones sin motivo ni sin pedírselas, tampoco habíamos quedado exactamente. En la conversación salió el tema de restaurantes asiáticos, yo conocía uno tipo buffet que ella solo conocía de oídas y no había ido nunca así que lance Me dejo sorprendido que me diera explicaciones sin pedírselas y sin motivo, tan poco una invitación para ir a dicho restaurante, ahora fue ella la que acepto así que quedamos para el día siguiente. Esta vez era yo quien se tenía que desplazar al pueblo contiguo al suyo que es donde había un restaurante de esos. Pues ahí estaba yo media hora antes para que no me pillara el toro antes de la hora me llego un mensaje diciendo que iba a tardar una media hora mas de la hora prevista, vaya suerte la mía… le conteste diciendo que no se preocupara que llegara cuando pudiera que la estaría esperando, la verdad que la espera mereció la pena, cuando llego iba preciosa con un pantalón vaquero negro ajustadito una camisa blanca con unos encajes en el cuello, con poco maquillaje el pelo suelto y ondulado, en realidad iba muy normal pero era la cosa más bonita que había visto nunca. Como aun era temprano para cenar nos tomamos una copa en una cafetería cercana, bueno más que una copa eran unos refrescos de naranja, cuando terminamos nos fuimos para el restaurante, solo había cuatro mesas ocupadas casi todo el restaurante estaba vacío, nos sentamos y nos levantamos para ir a por la comida ya que era tipo buffet, en otra ocasión que había ido al buffet casi me niegan la entrada por que no le salía rentable al dueño pero ese día me recate un poco y comí lo justo, si llego a saber que ella comería tan poco la hubiera llevado a otro sitio… lo poco que comió le gusto mucho al menos eso decía y parecía por la forma en la que degustaba cada bocado que se llevaba a la boca, habían traído un producto nuevo, Sushi, tuve la curiosidad de probarlo así que aproveche y me comí uno… por educación no lo escupí y casi sin masticar me lo trague para no tenerlo mucho tiempo en la boca, ella me lo noto y me dijo si me gustaba con una sonrisa picara en la boca a lo que le conteste que era la última vez que probaba eso. Cuando terminamos de cenar la acompañe a su coche, en nuestras conversaciones me dijo que le gustaba el vino así que le regale una botella de vino, un rioja crianza, me agradeció el detalle nos despedimos con dos maravillosos besos en la cara, se metió en el coche y se marcho entre miradas. Me metí en mi coche y regrese a casa.

CONTINUARA...